Un nombramiento de tutor es un documento pactado y firmado ante notario con el fin nombrar un tutor para un menor de edad en caso de que sus tutores legales actuales se viesen incapacitados para hacerse cargo de él. En caso de no contar con un tutor designado formalmente por los progenitores en testamento o documento público notarial, se establece que, para el nombramiento del mismo, se seleccionará al ascendiente o hermano que designe la autoridad judicial.
La persona seleccionada de forma preventiva, además de ejercer la función tutelar, cuenta con un conjunto de derechos y obligaciones para cumplir sus deberes hacia el tutelado.
¿Es necesario ir al Registro Civil para un nombramiento de tutor?
El nombramiento de tutor se puede llevar a cabo mediante otorgamiento de testamento de los progenitores, pero en todo caso será obligada la intervención judicial e inscripción en el Registro Civil para que el nombramiento tenga plena validez y eficacia.
¿Qué es necesario para ser tutor legal?
El tutor a nombrar debe de cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, ser mayor de edad y estar en pleno ejercicio de sus derechos civiles. También puede ser tutor legal la persona jurídica que no tenga una finalidad lucrativa y contemple entre sus fines la protección de incapacitados y menores. Asimismo es necesario que la persona elegida no tenga antecedentes penales y se recomienda que goce de una buena relación con el tutelado.
¿Qué ventajas supone el nombramiento de un tutor?
Este documento notarial permite seleccionar personalmente la persona que se haría cargo de nuestro tutelado, así como descartar a aquellas personas que no deseemos que lo hagan ya que esto se puede exponer expresamente.
Asimismo, el nombramiento de tutor permite marcar las normas y condiciones que se seguirán al llevar a cabo la pertinente tutela.